LA COSMOVITALIDAD LATINOAMERICANA

Darío Botero Uribe (*)
América Latina vive el sueño de encontrarse a sí misma: enajenada de su ser por el colonialismo europeo, fue desventrada, sus culturas mancilladas, sus templos sepultados bajo los templos cristianos, sus civilizaciones arrasadas, sus instituciones aherrojadas, sus hombres y mujeres diezmados por la sobre-explotación, los virus del colonizador y el hambre, su historia rota: la vieja historia- la propia- olvidada, ignorada, prohibida; ¡sólo la historia colonizada es historia! Todo el mundo prehispánico borrado con saña. América Latina renace del olvido, de un sueño trágico y lanza su mirada sobre la historia remota, el pasado reciente y el momento presente. Entonces, se pregunta: ¿De dónde venimos, quiénes somos, cuál es la cultura de nuestro mundo, por qué siempre tenemos que importar una razón raquítica, que llamaremos ratio, para trazar la ruta de nuestro mundo, dejando de lado la no- razón y el logos, jugosos y amojonados profundamente en las cosmologías y en las mitologías indígenas, en las mitonomías populares, en el folclor, en el arte, en los sueños, en los proyectos propios cuando se les permite brotar de sí mismos, en el esfuerzo de un camino milenario y de unos caminantes que siguen una ruta que ahora no saben a dónde conduce. América Latina ha llegado a una encrucijada. Todos los caminos son trascendentes a otros pueblos, a otras culturas desde las cuales se programa nuestra economía, nuestras instituciones, nuestra vida social y nuestro pensamiento filosófico. Por estas razones, el Vitalismo Cósmico ha elaborado la cosmovitalidad latinoamericana para oponerla a la raciomundanidad europea y norteamericana. La raciomundanidad es mundo y razón. El mundo es una proyección del hombre que tiene que ver con el conocimiento. El hombre conoce y a través de la razón se proyecta en el mundo. Su discurso tiene que ver con la organización de un mundo productivo, de un mundo que se somete al conocimiento para que revele sus secretos, de los cuales el hombre se vale para transformarlo, mediarlo, ponerlo al servicio de su civilización. La razón de que se vale el hombre para transformar el mundo, para apropiárselo es la razón de la modernidad, es ratio, una razón cuantitativa, económica, productiva, financiera, material. Esa razón ha venido siendo cada vez más estrecha, más limitada, más agobiante. Así el dinero y la ganancia pasaron a ser paulatinamente el fin de esta civilización. Hoy comienza a vivirse la decadencia de una estrategia que conduce al cierre del discurso y a la irracionalidad de una vida puesta al servicio de los valores económicos y materiales. La cosmovitalidad es cosmos, no- razón y logos. El cosmos es una categoría griega, indígena y vitalista. Es el primer referente para pensar, el hogar del hombre. Nuestro cuerpo es un pedazo de cosmos, de polvo estelar. El logos es una categoría griega que representa la razón, en el concepto de esa civilización luminosa y gratificante. Es la alternativa a la ratio, la razón de los latinos. En esas dos concepciones de la razón está sintetizado el espíritu de esos dos pueblos, Grecia y Roma. Los griegos revelaron un talento extraordinario para la teoría, el pensamiento filosófico, el arte, la creación, la palabra, el discurso. La mitología griega tiene una singular fuerza creativa, como ha puesto de presente Mircea Eliade. Roma, por elcontrario, fue un pueblo con gran espíritu práctico, que destacó en la organizacióndel imperio y en la concepción del Derecho. El espíritu teórico de los griegos hasido abandonado paulatinamente por la modernidad, en cambio se ha acentuado cada vezmás la ratio romana. Esas dos formas de razón tienen su dignidad y su importancia;son complementarias. El mundo contemporáneo ha debido utilizar esas dos formas derazón, cada una en su momento; en vez de eso, la Modernidad se hizo cada vez másproclive a la ratio de una manera unilateral. En América Latina el logos ha sido sumamente fértil en los mitos, en las cosmologías; en la ficción, arte y formas creativas, pero a diferencia de Europa no ha perdido sufuerza, pese a que está siendo gravemente interferido porque nuestros dirigentes seempeñaron en que sigamos obsecuentemente en la línea trazada por civilizacionesforáneas. La no- razón es una categoría que he propuesto desde hace algún tiempo, que tipifica mi obra y que considero como un rasgo característico de la cultura latinoamericana.La no – razón se refiere a lo otro de la razón: en tanto la razón se ocupa de la proyección del hombre en el mundo: en el proceso productivo, tecnológico, social,etc; la no- razón tiene su campo propio en la expresión del ser anímico, simbólico y creativo del hombre: lo inconsciente, lo lúdico, el arte, la sensibilidad, la imaginación, etc. La racionalidad posee, pues, una tridimensionalidad: razón, no-razón e irracionalidad. Lo irracional es lo que contraría a la razón y a la no razón. La no – razón no se opone a la razón sino que la complementa. Cuando sostengoque la no- razón es un rasgo característico de la vida intelectual y cultural de América Latina, no estoy afirmando que sea exclusiva de nuestro mundo, sino más bien, que por condiciones socioculturales e históricas, esun trazo preponderante de nuestra realidad contemporánea. En tanto que el mundo es una determinación epistemológica, el cosmos es una determinación vital. En la experiencia europea se conoce el mundo para ponerlo al servicio de la civilización; en la tradición latinoamericana se vive el cosmos y se conoce en la experiencia de vida. Los europeos han mediado el mundo metafísicamente antes de desnudarlo para apropiárselo. En América Latina el cosmos ha sido patrimonio del hombre: lo vive, lo ama, y pese a que en gran medida ha sido expropiado de él, nunca ha renunciado a su simbiosis. La categoría mundo posibilitó con la trascendencia el trasmundo: el hogar de los dioses, de los misterios y de la concepción del hombre como alfeñique. El cosmos representa la filosofía del eternismo; es, en tanto infinito el hogar de lo finito radicalmente considerado y del humanismo en tanto forma de asumir la potencialidad humana. El mundo es una determinación teológica que en la filosofía contemporánea se ha secularizado. El cosmos representa la preexistencia del universo antes de la aparición de la vida.Es, por tanto, el mundo inorgánico que generó en determinado momento la materia orgánica y la vida. Las raciomundanidad es el lugar preferentemente de la razón: es el ámbito del pensamiento, de la universalidad, de la producción, de la economía, del progreso. La cosmovitalidad es el lugar preferentemente de la no- razón y el logos: es el ámbito de la imaginación, la creatividad, el inconsciente, la sensibilidad, el arte, laindividualidad social y creativa y el sentido comunitario. La cosmovitalidad latinoamericana tiene su base en la hibridación de tres culturas de la no- razón yel logos: la indígena, la hispana y la africana: una larga historia de colonialismo,de dolor y de creatividad ha configurado en las distintas naciones unas culturas de lo afectivo, lo lúdico, el ritmo, el goce, la pasión, la creatividad, la improvisación, la solidaridad, la resistencia a la opresión, la alegría, el conjuro mágico contra el dolor y la tragedia. La cosmovitalidad ha preservado en América Latina en alguna medida el sentido del arte, del mundo simbólico, frente a la civilización occidental que ha exorcizado los fantasmas de la creatividad para encontrar al final la alienación a la técnica, a lamáquina, a una razón seca como un yermo. La no- razón y el logos han manejado en América Latina una discursividad transversal, alejada de la racionalidad de la modernidad (la ratio), lo cual ha sido interpretado por la intelectualidad modernizante como un rasgo irracional, en vez de captarlo como la genuina no- razóny el logos que posibilitan un discurso que ha resistido la presión de la ratio y puede ser reconducido a una cultura vigorosa de la lucidez y la creatividad. El pensamiento europeo y norteamericano cayó en la trampa de la ratio: comenzó a dosificar el oxígeno hasta que la cultura vigorosa fue muriendo por asfixia y sólo quedó la civilización dependiendo de tres valores: el dinero, la máquina y el terror, es decir, la muerte. ¿Cuál es el sentido de la cosmovitalidad latinoamericana? Aguzar el sentido de la identidad de lo diferente, mediar el proceso científico- tecnológico con un riguroso proceso de humanización; fortalecerla creatividad intelectual y artística y abrirnos al mundo desde nuestro punto degravitación asumido, para intercambiar productos y conocimientos. Cuatro ámbitos mundanos El hombre de acuerdo con el Vitalismo Cósmico se mueve en cuatro ámbitos mundanos: ámbito del conocimiento, ámbito simbólico, ámbito praxiológico y ámbito de la vida cotidiana.
1 Ámbito del conocimiento regido por la razón, que se ocupa de determinar la significación
En el mundo occidental el conocimiento ha llegado a ser una función determinada por la investigación científico- tecnológica, en forma prácticamenteexclusiva. De esta manera hoy son las grandes compañías multinacionales las quedeterminan, financian y validan el conocimiento. Podemos preguntarnos: en estas condiciones ¿qué se investiga, para qué se investiga y cuál es el sentido de verdad predominante? ¿Qué se investiga? Hasta el siglo XIX la investigación científica buscaba conocer el mundo. Siempre han existido intereses detrás de la formulación de las preguntas que conducen adeterminar una investigación, pero esas preguntas no tenían un sesgo determinado; enlos más diversos campos el conocimiento abría una perspectiva: conocer para saber,comprender, actuar, producir, teorizar, descubrir el mundo en que nos movemos. El conocimiento estaba ligado a la verdad, a la emancipación, a la creación, a laproducción, a la humanización. Un avance en el conocimiento significaba un avance en las miras del hombre; en su proyecto de vida, en su ámbito de posibilidades. El conocimiento se daba como una lucha contra la ignorancia, los prejuicios, las cadenas que aherrojan al hombre a una tradición chata, conformista. Durante el siglo XX, a medida que avanzaba la industrialización, muchos políticos e intelectuales elaboraron una cosmovisión del progreso, la civilización estaba alcanzando los más altos registros del avance del hombre en la historia. Un autoengaño fatal. La civilización occidental ciertamente avanza pero en un sentido unilateral. La producción ha aumentado en una escala inconcebible, pero ¿ Cuál es el resultado? Aumenta el hambre, la ignorancia, las carencias diversas; el mundo simbólico comienza a agostarse, el arte se liga al mercado, el discurso se cierra.¿Podemos llamar a ese proceso progreso, avance, logro de metas? El proceso de autodestrucción de la vida alcanza límites nunca imaginados; el hombre se deshumaniza; el terrorismo ya no sólo hace parte de los fanatismos religiosos y políticos, sino que las grandes potencias hacen alarde de su capacidad de deponer gobiernos, intervenir en cualquier parte del mundo en donde sus intereses los impulsen a actuar. En los últimos 50 años la investigación ha dado un giro de 360 grados. Ahora espensada, dirigida, ordenada por las multinacionales; investigan los escollos que sepresentan en sus planes de dominar una rama de la producción social. Lo atinente a encontrar materiales más económicos, procesos más eficientes y rápidos para aumentar la ganancia. ¿Para qué se investiga? Se investiga con miras a dominar el mercado con una oferta que busca solucionar necesidades verdaderas y falsas. Desde hace mucho tiempo se sabe que al capitalismo no le interesa satisfacer las necesidades de los sectores populares, porque ellos no pueden pagar o por lo menos no pueden pagar para que las grandes compañías obtengan una ganancia considerable. El capitalismo depende de los sectores medios y altos; se busca satisfacer sus necesidades reales en educación, salud, vivienda, recreación, bienestar; pero esto no satisface a una producción que depende de un aparatoproductivo basado en la alta tecnología, que produce a escala y que necesita cada vez más producir en volúmenes más considerables. Hay sólo una parte de la población que puede consumir los productos industriales, pero en vez de hacer reformas paraque toda la población pueda acceder a los bienes industriales, se organiza una estrategia para que los sectores que pueden consumir inviertan cada vez más en la industria de las ilusiones: la publicidad se dedica a la fabulación. Existe una genuina, es la de los creadores literarios y artísticos;es la de la ficción, que no es mentira sino creación libre. La fabulación es creación; el autor no se atiene a los hechos comprobados, demostrables, por eso noes historia, él inventa personajes y sucesos, pero consciente e inconscientemente incide en la inmanencia de su ámbito de vida, la fuente de toda experiencia, pero también de la imaginación. Las historias imaginarias no son falsas, sino historias en las cuales la imaginación recrea el mundo libremente con el talento y la formación del autor, pero también mostrando con un lenguaje literario, sin necesidad de un desarrollo puntual, algo que nos emociona, nos cautiva, afecta nuestra sensibilidad o sentido de justicia. La ficción es una creación que puede dar de la realidad, sin copiarla, sin traducirla periodísticamente, una dimensión másprofunda, porque muestra exagerando o sacando de contexto motivos triviales, los meandros oscuros, poco perceptibles de una realidad que nos oprime o nos coarta. La publicidad, por el contrario, se encarga de engendrar un mundo de ilusiones queincita a comprar costosos productos para engordar las ganancias de lasmultinacionales. Es trágico que en nuestros Estados pobres la publicidad siga creando un mundo ilusorio, cuando la mayoría de la población tiene necesidades básicas de salud, de educación, de recreación, de bienestar insatisfechas, para lascuales la industria no produce nada. Paradójicamente también el arte en el mundo occidental está sucumbiendo al mercado.El valor de cambio ha sustituido al valor estético. Ahora es el mercado el quedetermina lo que se escribe, lo que se compone, lo que se representa, lo que se pinta, lo que se esculpe.... Hace años los teóricos del arte se ocupaban a espaciodel público: había necesidad de crear un público para cada arte, educarlo, prepararel gusto y la capacidad de análisis. El público culto era el que determinaba cuál obra es buena, lograda o cuál ha fracasado. Ese correlato creador- público constituía en una fuente de compenetración que iluminaba con el conocimiento y elgusto las dos orillas. No se podía defraudar a un público cada vez más preparado y exigente. ¿Puede el mercado sustituir al público en el gusto y el conocimiento para la valoración del arte? La respuesta es no. El mercado representa la capacidad de compra de la burguesía, una forma de tráfico inculta ydeshumanizada. El mercado no selecciona, no orienta, no exige; el mercado es la prostitución de los valores intelectuales y estéticos. Podemos preguntarnos, enestas condiciones el giro de la civilización occidental puede asegurar la supervivencia de las culturas, de los valores intelectuales y estéticos, del espíritu creador y lúcido de la civilización y de nuestros pueblos latinoamericanos que copian acríticamente todo lo que en ese contexto se produce? Por el contrario, aun cuando a muchos les resulte difícil aceptarlo, vamos regresivamente hacia una edad media confesionalista, represiva y oscura, con un agravante, el podertecnológico servirá para aumentar el terror y la ignorancia. ¿Cuál es el sentido de verdad predominante? La verdad tenía antes de la Modernidad tardía una función emancipatoria, progresista, gratificante. La verdad representaba un triunfo frente a las tinieblas,a los prejuicios, a la charlatanería. La verdad se convertía en un criterio decisorio, en avance social; luchar contra la mentira, el engaño, la falsedad era algo heroico, progresista, que ayudaba a la sociedad a lograr metas importantes. Esto era así, porque el conocimiento se constituía en una herramienta lúcida ycreativa; la verdad entonces era un trofeo que ayudaba a la gente a conocer más ymejor. El criterio clásico de verdad era la coincidencia entre la formulación en ellenguaje y el fenómeno observado; se buscaba una verdad objetiva que diera cuenta del mundo. Pero en el siglo XX ese criterio fue abandonado. Para Wittgenstein: "5.64 Vemos aquí como el solipsismo llevado estrictamente coincide con el puro realismo"
1. Una filosofía que se propuso luchar contra los discursos filosóficos carentes de sentido; buscaba consecuentemente un discurso verdadero, más allá de la apariencias.Esa tendencia de ir a los hechos se convierte posteriormente en una realidad dudosa,en la cual la verdad como criterio fundamental ha desaparecido sustituida por lacerteza. Habermas da un paso más, presenta la verdad como un acuerdo entre loscientíficos sobre las teorías o afirmaciones dentro de un paradigma vigente.
Ahora la verdad no se refiere a la realidad sino a la opinión de los científicos. Laverdad tal como se concibe no permite superar las brumas que se oponen a un saber adecuado de naturaleza y transnaturaleza; la verdad que surge del proceso de investigación y conocimiento es cómo producir más y mejor, no para satisfacer las necesidades generales sino para crear necesidades falsas que motivan al consumidor acomprar lo que no necesita y a acuñar ideales falsos, que lo apartan de una humanización del mundo, de una vida creativa, lúcida, humana, gratificante y solidaria. Lo más terrible del capitalismo es que hoy está creando por imperativos del mercado un mundo falso que además de la injusticia, traiciona los grandes ideales del hombre, pero ese mundo además posee una inmensa capacidad de seducción. Hoy en el mundo occidental apenas sí se investigan marginalmente las posibilidades sociales,la lucha contra la ignorancia, la búsqueda de la convivencia, las causas de los problemas sociales. El drama es que en las grandes economías se produce unconocimiento de punta científico- tecnológico, pero se ha abandonado el conocimiento humanista emancipatorio. Hoy en Europa y en los Estados Unidos la ignorancia del pueblo es cada vez mayor. Como el conocimiento no apunta a la verdad, a la lucidez, las ideologías religiosas y mitonómicas dominan a grandes sectores de la población. He ahí el significado de la decadencia.
2- Ambito simbólico
Hacen parte del ámbito simbólico, en la caracterización que le he dado: la cultura,el arte, el mito, los desarrollos conscientes- inconscientes, que el hombre formulaen el curso de la vida psicosocial. El mundo simbólico procede fundamentalmente apartir de la no – razón y el logos. Se ocupa primordialmente del sentido. El ámbito simbólico es por excelencia el espacio humano; en él se expresan el arte, laestética, la creatividad, el pensamiento filosófico simbólico, la sensibilidad, laimaginación, el inconsciente, la lúdica, la individualidad; etc. Este ámbito simbólico es el más característico de la formación. Si bien el conocimiento preparaa los hombres y mujeres para desarrollar actividades, el mundo simbólico dota al individuo para la vida; lo saca de los conceptos rígidos y lo predispone para una dimensión rica y matizada. El mundo simbólico inclina a la tolerancia, la libertad, la alegría, el respeto, la complejidad humana. Si encontramos un individuo superespecializado en una rama del conocimiento, él estará entrenado para desempeñar una actividad muy técnica y sin duda importante, pero ignorará casi todo del círculo humano. La escuela vitalista insiste mucho en que lomás importante es aprender a vivir. Mientras el ámbito del conocimiento está referido a lo sígnico, el mundo simbólico parte del símbolo; el signo tiene un significado convencional, es universal; el símbolo es individual pero inteligible.Esto corresponde a la necesidad de interpretar el mundo, de llenarlo de sentido. Lo simbolizado es conocido pero lo simbolizante es una interpretación; agrega algo quela mente vislumbra como posibilidades. El símbolo es de esta manera el principio de la creación intelectual y artística. El eclipse del ámbito simbólico en el mundo occidental, representa un giro ineludible hacia la decadencia. Para mí, vitalista,el equilibrio entre conocimiento y ámbito simbólico es una necesidad antropológica,psíquica y social fundamental. En tanto la raciomundanidad europea y norteamericana parte de la razón (ratio), delconocimiento científico- tecnológico, del significado, de la universalidad, la cosmovitalidad latinoamericana parte de la no- razón y el logos, equilibra elconocimiento científico- tecnológico con el humanista- emancipatorio, buscapreferentemente el sentido, la vida comunitaria y la realización humana a partir delindividuo egoísta- social; natural-transnatural; individual- universal; consciente-inconsciente; ético, libre, lúcido, creador. El cosmos latinoamericano es el hogar del hombre; es un mundo integrado a su praxis de vida; un ámbito especial en el cualno ha podido ni ha querido mediar esa interacción de la naturaleza con su vida. Pese a la formación de grandes ciudades, las comunidades se forman en el interior como núcleos homogéneos para mantener vivos los lazos comunitarios. América Latina, por otra parte, sigue dependiendo de la floresta, su cultura, sus símbolos siguen enraizados en una campiña feroz e indomable. El hombre latinoamericano ha aprendido que si prosigue el esfuerzo titánico, la naturaleza leofrece todo lo que necesita para vivir. El cuerpo humano y el espacio cósmico prolongan esa simbiosis de una gesta ancestral que pide ser descifrada, interpretada, desarrollada como identidad histórica que evoluciona, que recibe influencias y las procesa, pero que pide no ser traicionada por la copia acrítica dela raciomundanidad que impacta negativamente en los lazos sociales, en la cultura,en el orden social, en el proyecto histórico de estos pueblos. El Cosmos latinoamericano es un ámbito de interacción con la naturaleza, de vivir ligados a la tierra, de respetar la naturaleza como hacen los indígenas que tomanlos frutos, cazan y siembran sin poner en peligro los ecosistemas. Esa interacciónanimista de los indígenas para quienes el espíritu está diseminado por toda la naturaleza; mora en plantas y animales a donde los hombres y mujeres se dirigen para dialogar, para unir el cuerpo cósmico con el espacio cósmico en un encuentro que hace del cosmos no un mundo ajeno sino el mapa de la geografía de vida. La Pachamama, la tierra-madre es un concepto ancestral que ha evolucionado en nuestros campesinos mestizos como un apego y fidelidad a la tierra. La cultura que emerge de allí es una cultura tradicional de convivencia, de desarrollo pacífico, de disfrutede la vida, ciertamente con una tecnología poco desarrollada, pero que mantiene al hombre humanizado. En esa forma cultural el logos representa una larga tradición en el discurso, las mitologías, las cosmogonías, la literatura, el arte que con la influencia de los tres pueblos originarios: indígenas, hispanos y africanos perfila una cultura raizal que comienza a expresar las realidades latinoamericanas. Somos una cultura de la sensibilidad, de la creación, de la convivencia, pero en los últimos años comenzamos a perder nuestra fisonomía, a convertirnos en parias de un mundo que no nos reconoce en la identidad de lo diferente, en nuestros valores, en nuestro talento, sino que nos miden por la economía, somos pobres, atrasados, subdesarrollados. Propongo que nos midamos por la cultura; no existen culturas superiores e inferiores; las culturas son simplemente hogares en donde distintos pueblos han cribado su experiencia de vida, la han traducido en tipos de comportamiento social, en forma de concebir, plasmar, valorar y crear. Somos una cultura de la no- razón y el logos, nuestro arte debe estar ligado a la vida: el arte en tanto no razón está atado a la cultura. No obstante, Colombia ha abolido la pintura de caballete porque no está de moda en el Museo de Arte de NuevaYork. Estamos viviendo un proceso que conduce a la pérdida de la inmanencia de nuestro mundo, estamos experimentando con la trascedencia de los valores de otros, a los cuales nuestros dirigentes se quieren parecer, pero para hacerlo han enajenadonuestra historia, nuestra cultura, la evolución rica y compleja de un mundo que pudiese ver florecer en la producción intelectual y artística su genio; que pudiese ver en las soluciones sociales y políticas un espíritu perfilado en luchas, en conflictos, en debates, en reflexiones,, en búsquedas, en pensamientos lúcidos que finalmente accedieran a una racionalidad (logos) genuina, en la cual resolviese susproblemas con el pensamiento y su propio talento y no en la actitud absurda que vivimos hoy de copiar todo lo que se perfila en el extranjero, hasta llegar a constituir como instituciones un palimpsesto, que ahora nadie puede entender. Mientras el mundo europeo y estadounidense separó el conocimiento científico-tecnológico, lo aisló como derrotero de su civilización, los latinoamericanosdebemos más bien aquilatar el mundo del conocimiento con el mundo simbólico. En elmundo simbólico está la posibilidad de humanización. La civilización occidental al dejar de lado el mundo simbólico, se ha precipitado a un cierre del discurso y a la decadencia. El terror es ahora la impronta de la civilización occidental.
3- Ambito praxiológico
El ámbito praxiológico es el conjunto de operaciones técnicas y procedimentales quepermiten aplicar los conocimientos al mundo de la producción social. Es muy interesante observar lo que está sucediendo en el mundo occidental: lo normal es que la ciencia determine el proceso de producción, al fin y al cabo éste no es más quesu aplicación. ¿Pero qué ha ocurrido? El conocimiento se tornó cada vez más proclive a la producción de mercancías. En esta perspectiva, para asombro de todos, son losproductos comerciales los que determinan la ciencia. La ciencia marcha ahora a lazaga del mercado; son los gustos de los consumidores, las necesidades del consumo, pero fundamentalmente las necesidades de ganancia del capital las que retroalimentanen gran medida la investigación científica y el conocimiento. Un ámbito que seestimaba poco problemático del mundo social adquiere ahora el papel de vanguardia de la vida intelectual en el mundo occidental. Vivimos en la Edad del Conocimiento. El conocimiento ha reemplazado al trabajo, en gran parte como energía de la producción social. Una sociedad basada en el conocimiento debería garantizar la lucidez, una vida más humanizada, libre y gratificante. La gran paradoja de la historia contemporánea es que en la Edad del Saber el gran dictador no es el entendimiento, la inteligencia o la razón sino el mercado. El consumismo está reemplazando a pasos de gigante la lectura, la reflexión, la crítica, la lucidez. América latina tiene hoy una opción: copiar la decadencia del mundo occidental o asumir su destino lúcido. No es fácil, pero no existe otra posibilidad brillante y creativa.
4- El ámbito de la vida cotidiana
La vida cotidiana tiene dos posibilidades:
1- La fatiga, el aburrimiento y la angustia de un ámbito que está más acá o más allá del trabajo y de la actividad productiva; la vida cotidiana puede ser y es con frecuencia un espacio de monotonía, que corroe los mejores deseos y preocupaciones.
2- La vida cotidiana puede ser en la perspectiva de la utopía un mundo de la vida, no como lo conciben Husserl e incluso Habermas, sino como yo lo he reformulado enotros textos: como el ámbito de la realización humana. El mundo de la vida seráentonces el ámbito de la amistad, de la lectura, de la creación, de la vidadionisiaca, del pensamiento, de la escritura, de la alegría, de la pasión, del amor.
Existe un escollo a vencer, es la narcosis que la civilización occidental nos halegado: la televisión, el computador, el teléfono y un sin número de aparatos tecnológicos. Estos productos de la civilización no son malos, por el contrariorepresentan avances considerables para mejorar la vida. Pueden ampliar el conocimiento, la investigación, la recreación; pero están siendo usados para el adormecimiento, la enajenación del mundo real, el dejar de lado la lectura, la crítica, el desarrollo del mundo intelectual y artístico. De esta manera los medios tecnológicos aplicados a la vida cotidiana fomentan la ignorancia, el conformismo yla mediocridad. Hay necesidad de subvertir la vida cotidiana para poder vivir lúcida y creativamente. El paradigma razón - no razón. El paradigma razón- no- razón apunta a la creación de una nueva civilización: una civilización con unos nuevos valores: la humanización, la defensa de la vida biológica, la potenciación de la vida psicosocial; la abolición de la miseria; elconocimiento y la verdad vinculados a los problemas fundamentales del hombre, labúsqueda de la emancipación, el fomento de la creación intelectual y artística comolos valores más altos para regular la vida psicosocial; la recreación y el deportecomo elementos básicos de la formación; el equilibrio del conocimiento con el mundosimbólico; el predominio de la ética vitalista; una economía que tenga como objetivo el hombre y la vida social. Esta es en síntesis la propuesta de la Escuela filosófica del Vitalismo cósmico que realizará el año entrante el Primer encuentro nacional por la vida.
(*) Darío Botero Uribe, Es profesor Emerito y maestro de la Univerisdad nacional de Colombia. estudió derecho, ciencias políticas y filosofía en la misma univerisdad y ocupó el cargo de Decano de su facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales durante el periodo de 1986-1988. Ha publicado: ¿Por qué escribo? (1998); Teoria Social del derecho (4ª Ed. 2001); Vida, ética y democracia (2ª Ed. 2001); El poder de la filosofía y la filosofía del poder (3ª Ed. 2001) Manifiesto del pensamiento latinoamericano (3ª Ed. 2002) El derecho a la utopía (4ª Ed. 2002) y la voluntad de poder de Nietzsche (4ª Ed. 2002)