Crítica social y terrorismo

Una conexidad necesaria al interior del orden fascista
Daniel E. Florez Muñoz*

Resumen: Las sociedades actuales legitiman su poder a partir del sentimiento de constante asedio, que en últimas garantiza su propia razón de ser y justifica sus barbaries. Terrorismo ha sido el rotulo indiscriminadamente atribuido a las corrientes progresistas que no renuncia a las posibilidades de liberación; desvirtuando sus argumentos bajo falaces atribuciones de hechos lejanos a las palabras y espíritu, de aquellos críticos pensadores malinterpretados y muchas veces intencionalmente calumniados, por parte de sectores y grupos de corte fascista. Dándole ingreso a un proceso de acusación donde los acusados son siempre los perdedores. Y por tanto contribuyendo a la movilización de la sociedad existente contra su propia posibilidad de liberación.

Palabras Claves: Fascismo, Guerrillas Urbanas, Crítica Social, Terrorismo, Marxismo, Emancipación.


"La libre elección de los amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos"
Herbert Marcuse


De los pensadores de lo que se podrían denominar la tercera generación de la Escuela de Frankfurt, Albrecht Wellmer es quizá uno de los alumnos mas críticos y profundos de Jurgen Habermas, movido por una relación critica frente al planteamientos de su maestro y retomando las bases o raíces de la Teoría Critica de la Sociedad con uno de los mas reconocidos exponentes de esta corriente como lo es el brillante miembro de la primera generación de la Escuela, Theodor W. Adorno, quien junto con M. Heidegger y L. Wittgenstein hacen de Wellmer un teórico critico no “convencional” y con un marco epistemológico mucho mas amplio para la reflexión y la critica al estado de cosas existentes.

Albrecht Wellmer es por tanto uno de los filósofos de izquierda que no teme enfrentar problemas, con toda frescura y rigor, tales como es el de la crisis de ideales de la izquierda política y al fracaso de las políticas de izquierda. Y no entiende muy bien como a partir de ese fracaso habría de convertirse uno en posmoderno. Sin embargo es de los herederos actuales de la teoría crítica que mejor ha disertado sobre algo así como la posmodernidad, a la que entiende como un “vuelco al espíritu moderno por el que éste decididamente entra en su fase postmetafisica” (Wellmer, 1996: 9); logrando así un estudio donde se conjugan la teoría critica con las perspectivas postmodernas.

Albrech Wellmer en su libro FINALES DE PARTIDA: LA MODERNIDAD IRRECONCILIABLE aborda el problema del terrorismo guerrillero y la teoría social desde un perspectiva europea, pero sin dejar de lado el respectivo análisis a las llamadas formas de liberación del tercer mundo, que adoptando al igual que las RAF[1] la forma de guerrillas, pretendieron un volcó político que permitiría la implementación de un modelo no liberal. En este orden de ideas es posible extrapolar las observaciones que sobre esta forma de combate y resistencia hace el autor, a un problema quizás más próximo a nosotros.

El presente trabajo intitulado CRÍTICA SOCIAL Y TERRORISMO: UNA CONEXIDAD NECESARIA AL INTERIOR DEL ORDEN FASCISTA, amerita necesariamente una delimitación conceptual por lo que es menester entrar a definir muy ligeramente que debe entenderse por cada uno de los conceptos: Fascismo, Terrorismo (me referiré específicamente al denominado terrorismo guerrillero que es el de mayores implicaciones en los países semiperiféricos y periféricos) y Critica Social, para luego, analizar las relaciones entre los mismo y desvirtuar algunas conjeturas arbitrarias surgidas en relación a estos; en ese orden de ideas, al final de la ponencia, abordare las conclusiones , inspirado por la posición que al respecto toma A. Wellmer y H. Marcuse , para tratar de entender mejor el fenómeno en cuestión. Abordare la temática de una forma paralela a los planteamientos que en torno a la misma realizan entre otros autores Giorgio Agamben, Pierre Bourdieu, Antonio Negri y Michael Hardt.

En este orden de ideas, entiendo por fascismo mucho mas que un modelo político surgido en Italia antes de la segunda guerra mundial, liderado por Benito Mussolini y mas adelante tomado en Alemania con el Tercer Reich, mas bien lo considero un fenómeno que llega a sobrepasar el espectro politico en sentido estricto[2], llegando a constituir toda una estructura de represion y dominacion que limita al individuo, encadenándolo con ataduras que reposan en la estructura de carácter de los asociados, distorsionando su percepción de la realidad, al punto de permitir el afloramiento de sentimientos colectivos, movidos por la necesidad de un lider, que los salve de la supuesta hostilidad del mundo exterior. Este elemento, es el primero y quiza el mas importante de todos, ya que implica el delegar la responsabilidad y la autodeterminación a las manos de una autoridad distinta a si mismo, por tanto delegando su presente y futuro a la voluntad de un extraño, en el que se materializan todos los valores e ideales que la sociedad represiva reclama; en virtud, del temor y la soledad que implica la existencia misma, del ser como individuo y no como parte de una masa[3].
Esto puede entenderse, como el resultado de diversos factores que juegan en una infancia represiva a tal punto que daría como resultado, por una parte, un individuo qyag 198ciedad Contemporanea. y reconocido psicoanalista:
ena sitar un aparte del libro ptes al mismoteue solo reconoce la autoridad en si mismo, y vive buscando enemigos para justificar su agresión y por otro lado y este es un resultado mas general la formación de un individuo que nesecita imperiosamente una autoridad a la cual seguir, una autoridad que lo oriente, lo acepte y sobre todo lo proteja, es decir la masa de derecha vive en la constante busqueda de un Padre, el cual al mejor modo de mesias lo libere y lleve de la mano hacia la llamada utopía autoritaria en relación a esto Theodoro Adorno y Max Horkheimer en el libro titulado LECCIONES DE SOCIOLOGIA (Adorno y Horkheimer, 1969) muestran como “Queda por verse en qué medida la transferencia de la autoridad paterna a la colectividad modificó la constitución intrínseca de la autoridad misma, pero sería absurdo, de cualquier manera, identificar la crisis de la familia con la declinación de la autoridad como tal. La autoridad, al contrario, se vuelve más abstracta, y por lo tanto, cada vez más inhumana e inexorable. El ideal del yo gigantado y colectivizado es el espejo satánico del ideal de un yo liberado”. (Adorno y Horkheimer, 1969: 146)

Producto de esa vision del mundo idolatra se desprende y naturaliza la exclusión; la masa de derecha es excluyente por naturaleza dada la necesidad de que exista un otro belico, ese otro, siempre constituye una amenaza constante que legitima la represión, el sacrificio, el orden, la disciplina y la agresividad que se maneja y dispone; por lo cual no es extraño ver como se multiplicaron las celulas y grupos durante la alemania del tercer Reich; grupos y asociaciones sin ningun valor propio, con toda una parafernalia simbólica que buscaba cohesionar y desindividualizar la masa, entorno a un sentido de pertenencia hacia una abstracción, en la cual, se enmarca el grupo; en cuyo seno existia una estructura vertical a la cual se le debia todo; estos grupos propios de la sociedad atomizada, que fomentan ividualizar se enmarcaba el gupodualizar la masa, entorno a un sentido de pertenencia hacia una abstraccion, la identidad de individuos carentes de la misma, solo tienen sentido para los mismos pertenecientes. Se presenta una absoluta distorsión de la realidad, el individuo no vale si no es parte de determinadas colectividades, al punto en que “el aislamiento se convierte en proximidad, la deshumanización, en humanización, la extinción del sujeto en su confirmación”; y de esta forma, “la socialización de los seres humanos perpetua su asociabilidad, sin permitirle siquiera al inadaptado social enorgullecerse de ser humano” (Adorno, 2005: 44). Petrificando el vínculo afectivo llegando a la abnegación entre el llamado líder y su masa de “derecha”. Erich Fromm miembro de la primera generacion de la llamada Escuela de Frankfurt y reconocido psicoanalista, que ostenta el reconocimiento de ser el quien introdujo a la teoría critica los supuestos del psicoanálisis para de estar forma llegar de la mano de Marx y Freud a entender mejor al individuo en la sociedad capitalista. En su obra titulada PSICOANALISIS EN SOCIEDAD CONTEMPORANEA (Fromm, 1964) nos muestra como “el fascismo, el nazismo y el stalinismo tienen de común que ofrecieron al individuo atomizado un refugio y una seguridad nuevos.
Estos regímenes son la culminación de la enajenación. Se hace al individuo sentirse impotente e insignificante, pero se le enseña a proyectar todas sus potencias humanas en la figura del jefe, en el estado, en la "patria", a quien tiene que someterse y adorar.
Escapa de la libertad hacia una nueva idolatría. Todas las cosas conseguidas por la individualidad y la razón, desde fines de la Edad Media hasta el siglo xix, se sacrifican en los altares de los ídolos nuevos. Los nuevos regímenes fueron estructurados sobre las mentiras más flagrantes, tanto por lo que respecta a sus programas como por lo que respecta a sus líderes. En su programa pretendían representar cierto tipo de socialismo, mientras que lo que hacían era la negación de todo lo que significó esa palabra en la tradición socialista. Las figuras de sus líderes no hacían más que subrayar la gran decepción. Mussolini, cobardemente bravucón, se convirtió en el símbolo de la masculinidad y el valor. Hitler, un maniaco de la destrucción, fue ensalzado como constructor de una nueva Alemania. Stalin, intrigante ambicioso de sangre fría, fue pintado como padre amoroso de su pueblo.” (Fromm, 1964: 198)
rior. de entimientos colectivos, que buscan la necesidad de un lider, que locion de un modelo socialista lininista.pecti
En ese orden de ideas el fascismo eleva como valores máximos el orden, la disciplina, y apela a un discurso tradicionalista, demagogo y autoritario, es decir inflama las pasiones de su pueblo y los eleva hasta el punto que ellos mismos le pidan, presuponiendo un descendencia común y remontándolos a glorias pasadas perdidas y que son dignas de ser retomadas, a partir de lo que se denomina tradiciones imaginarias, por tanto es meramente pasional.

Georg Bataille es uno de los teóricos quemadas; georg batallietomadas; georg batallie es uno de los desecendencia comun y remontandolos a glorias pasadas pe encuentra en el fascismo un objeto de estudio tal cual lo mostró en THE PSICHOLOGICAL ESTRUCTURE OF FASCISM donde explica como las cualidades derivadas de la “homogeneidad introyectada, tales como el deber, la disciplina y la obediencia, y las cualidades derivadas de la heterogeneidad esencial, la violencia imperativa y la posición del jefe como objeto trascendente de la efectiva colectividad. Pero el valor religioso del jefe es realmente el valor fundamental del fascismo, que le da a la actividad de los milicianos su característica tonalidad afectiva, distinta a la del soldado en general.”

Ahora bien, Humberto Eco nos habla de cómo en la sociedad contemporánea todavía se mantienen latentes los gérmenes de ese sistema totalitario y autoritario denominado fascismo, es a estos modelos a los que llama fascismo fussi, ya que es un fascismo camuflado pero igualmente represivo, agresivo y dominador. Los estudios de la primera generación de la escuela de Frankfurt[4] mostraron lo peligroso que era dicha situación, sacaron a la luz formas de dominación que hasta ese entonces se percibían como naturales y desenmascararon instituciones, que las sociedades represivas propias del capitalismo tardío, imponían sobre sus asociados[5] y como sus asociados perpetuaban dicha represión, interiorizando la lógica del capital en sus vidas, llegando esta a determinar la familia misma; al respecto, nos comentan Adorno y Horkheimer la forma en que la familia “Se reduce progresivamente al valor pragmático de una relación de intercambio: el hombre paga un incentivo a cambio de la disponibilidad sexual de la mujer a sus deseos y el colectivo de las mujeres obtiene, por su monopolio natural, cierto grado de seguridad. Es característico que precisamente allí donde el culto romántico de la familia encuentra más rumorosos oficiantes, la institución del divorcio ha viciado ya de contenido al matrimonio. Los individuos se tornan fungibles como en la vida profesional, en la cual se abandona un puesto cuando se ofrece otro mejor.”(Adorno y Horkheimer, 1969:142) y de la misma forma como es interiorizada por la familia, es introyectada por los individuos, llevándolos al punto de desarrollar una morbosa moralidad, moralidad que reprende, lo que la sociedad sataniza, que curiosamente es lo mismo que esta fomenta, el sexo, la violencia y el derroche, llegando al punto de auto sancionarse por ceder (como lo quiere el sistema) ante las situaciones de sangre y desnudos, generando de esta forma un sentimiento de culpa general y amplificado; el sueño del capital es la vida del mafioso, es eso lo que nos venden, esa posibilidad de vida, llena de lujos y placeres egoístamente obtenidos, gozando un dinero sucio de sangre y dolor, perfectamente análogo al dinero de multinacionales que es obtenido sobreexplotando a niños en África. Es por eso que nos dice Herbert Marcuse como la operabilidad del lenguaje entra a jugar un papel fundamental en nuestra percepción de la realidad, y la forma en que el sistema totalitario y unidimensionalizante se vale de dicha operabilidad, para lograr dominar no solo las conductas con los mecanismos de control, sino el pensamiento mismo al redefinir las palabras que utilizamos para ejercerlo; ejemplo de esto es la manera en que la "obscenidad" en la actualidad no entraña mas que un concepto moral en el arsenal verbal del sistema establecido, que violenta el término aplicándolo, no a las expresiones de su propia moralidad, sino a las de la ajena, obviando el hecho de que “esta sociedad es obscena en cuanto produce y expone indecentemente una sofocante abundancia de bienes mientras priva a sus víctimas en el extranjero de las necesidades de la vida; obscena al hartarse a sí misma y a sus basureros mientras envenena y quema las escasas materias alimenticias en los escenarios de su agresión; obscena en las palabras y sonrisas de sus políticos y sus bufones; en sus oraciones, en su ignorancia, y en la sabiduría de sus intelectuales a sueldo.” (Marcuse, 1969: 16)

En ese sentido ya no es obsceno, ni morboso, ni inmoral un capitán que exhibe sus medallas y preseas obtenidas en un guerra de destrucción y muerte pero si lo es una fotografía de una mujer mostrando el vello de su pubis, no es obsceno un padre de la Santa Iglesia Católica auspiciando una misa en un cuartel, bendiciendo con agua bendita los fusiles, para fortalecer y convencer a los soldados que deben matar y morir por su patria, matar a personas como sus padres y hermanos, pero transformados bajo la abstracción denominada enemigo.
Es en este punto donde una sociedad enferma debe despertar y abogar por su liberación, liberación que debe hacerse de una forma radical, para lo cual debemos conocer contra lo que luchamos, que como ya quedo claro es mucho mas que un régimen político o un eventual gobierno e inclusive es mas que un sistema económico, lo primero que debe cambiar es el individuo mismo, la persona debe llegar a tomar conciencia y levantarse contra si mismo, contra su propio sistema de necesidades, debe ubicarse en la historia y sobre todo debe entender que la realidad no es tan simple como se nos presenta. tomar consiencia e es mas que un sistema economico, lo primero que debe cambiar es el indiv es una fotografia de una mujer mostrando el vello de su pubis, no es obceno un padre de la santa iglesia ca

Desde 1848 cuando se publica el MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA, el mundo sintió una ves mas esa fe en que era posible una sociedad mas justa donde todo se manejara entre iguales y libres donde no existieran clases, ni existieran dominados ni dominantes, donde las personas valieran por el simple hecho de ser personas y no fueran cosificados cual producto o mercancía, bajo esos aires se adelantaron y conformaron grupos de resistencia, la resistencia se tenia claro por lo menos para un sector de estos, que debía hacerse por medio de la fuerza, fuerza encauzada hacia la liberación humana. Otro sector consideraba que el sistema ofrecía las herramientas necesarias para transformarlo y superarlo y de esta forma implementar el socialismo, dicho sector mas adelante se denomino socialdemócrata, pero previo a esto, la socialdemocracia confiaba en que la violencia no era del todo inaplicable, por el contrario brindaba una posible herramienta de inmediata contundencia a la hora de desestabilizar el sistema, entre este grupo encontramos a Rosa Luxemburgo, gran ideóloga marxista que configuro quizá una de las posiciones de izquierda mas férreas en la Alemania pre NAZI.

El marxismo soviético constituye para algunos una arista d quiza una de las posisiones mas ferreas en la alemania pre nazi.ontramos a Rosa Luxemel pensamiento leninista mas que del mismo Marx, en este punto es importante hacer la aclaración de que en el transito de uno a otro quedaron por fuera quizá los elementos mas significativos de la teoría marxista, elementos políticos, sociales y gran parte del sentido humanista se vieron violados, no se comprendió que Marx era un heredero de la ilustración; ahora bien, habría que guardar una distancia critica con el pensamiento de Leon Trotski cuando hablo de marxismo soviético, no se podría igualar a Leon Trotski con Joseph Stalin en el campo teórico y por tanto en la praxis; en ese sentido Trotski, mantiene algunas aproximaciones a la teoría de Marx[6]; las implicaciones del problema planteado, fue que se asocio casi automáticamente, que la teoría política marxista debía ser materializada necesariamente por la praxis soviética o china, y que la filosofía de Marx se encontraba contenida en los manuales panfletarios propios del adoctrinamiento soviético. En Colombia nos comenta el maestro Rubén Jaramillo Vélez las ideas marxistas de este tipo fueron recibidas, las provenientes de china por el llamado Movimiento Obrero independiente Revolucionario sumergiéndolos así según el profesor Jaramillo Vélez en el plano de la esterilidad teórica (Jaramillo Vélez, 1998), y las provenientes de la URSS de Stalin por parte del Partido Comunista, cada uno de estos movimientos manifestaba en sus inicios un apoyo hacia una lucha paralela, que no se hacia desde las urnas, y que su escenario era el campo y la montaña, los primeros bajo la bandera de Mao, con el ELN, y los segundos con las FARC; vemos pues como ambos de los grupos que quizá sean los mas determinantes en el acontecer político de hoy por hoy en Colombia, nacen lejos de ser la materialización de una teoría marxista en el sentido estricto de la expresión.

Pero no es mi intención hacer un análisis del conflicto Colombiano directamente, pero si ver como conflictos paralelos, podrían dar luces para un análisis, más meticuloso, y menos sesgado de la realidad.

Al interior del racionalismo normativo característico de los sistemas jurídicos de influencia francesa, en los cuales la ley es sinónimo de derecho y el juez en cuanto mas se ciña a la misma mejor juez es; se denominan practicas terroristas las que se adecuan al tipo penal denominado Terrorismo previsto en el Código Penal Colombiano, ARTÍCULO 343, cuyo supuesto de hecho es “El que provoque o mantenga en estado de zozobra o terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o las edificaciones o medios de comunicación, transporte, procesamiento o conducción de fluidos o fuerzas motrices, valiéndose de medios capaces de causar estragos”[7]. Naturalmente, vemos como constituyente primario del tipo, el llamado estado de zozobra o terror, conductas o hechos que bajo ningún análisis manejan una dimensión política, por tanto así como tal cual reza la norma, el terrorista no necesariamente debe ser movido por un interés político, no existe para el código una necesaria causa ideológica que sirva de motor para la consumación de actos, mediante el terror y la zozobra, por tanto vemos como el mismo concepto de terrorismo, previsto por la legislación, permite una libre e inclusive arbitraria, interpretación y aplicación del concepto como un simple presupuesto político-propagandístico de la derecha política.
Internacionalmente no existe un criterio unificado para definir terrorismo, en cada estado, la palabra terrorismo enmarca actos diferentes. Estados Unidos llama terrorismo, a las “fuerzas que buscan la destrucción total o parcial de la democracia y poner caos en el mundo”, por tanto se eleva esta nación como defensora de los intereses mundiales, y entabla una lucha contra el terrorismo, haciendo con sus acciones difusa la línea que separa la barbarie de unos con la barbarie de los otros, pero siempre justificando la barbarie en nombre de ideales, que sirven para demostrar como siempre pueden estar peor las cosas. Este solo es un ejemplo de lo que encierra el concepto de terrorismo, terrorismo es en este contexto todo lo que constituya una amenaza para el status quo, o régimen establecido. Y de esta forma lo entiende el presidente de Colombia, el de estados unidos y demás países encausados en esta luchaendo con sus acciones difusa la linea que seapra sora de los intereses mundiales, y entabla una lucha cont.
Dada la brevedad de este ensayo, prefiero posponer la interesante genealogía del concepto de terrorismo, sin antes aclarar que el terror como medio, solo constituyo un arma eficaz para quienes detentaban el poder, es decir el terrorismo históricamente solo ha servido de forma eficaz para la materialización de los intereses de la derecha política.
Luego de este muy ligero análisis de conceptos, llegamos al punto donde las relaciones entre los mismo se nos muestran. Wellmer, nos comenta cómo, políticos, científicos sociales y periodistas conservadores acusan en la actualidad a las teorías de la sociedad de “izquierda”,o ligero analisis de conceptos, llegamos al punto donde las relaciones entre los mismo se nos muestran, Wellmer, nos , cientificos sociales,dk como defensoras e incitadoras, a prácticas terroristas. Suponen que este tipo de teorías ha creado un piso firme para el desarrollo de doctrinas cuya única forma de acción es el combate armado, ante esto, los representantes de tales teorías, tienden a reaccionar de forma tal ante las acusaciones, que sin darse cuenta, aceptan el papel de adversario, papel que sin importar lo que se demuestre, y refute acusaciones, tales como, las palabras de Marx, Adorno y Marcuse corresponde a las ideas comunicadas por la RAF, en el caso alemán; y el acusado explique como dichas frases, teoremas y argumentos, encierran un sentido distinto al que esos grupos denominados terroristas le han dado. Ya en ese momento, se ha situado ese acusado en el campo de ese derecho penal de la intención[8] en palabras de Wellmer donde los acusados son siempre los perdedores, por tanto lo mismo da si logran o no demostrar su inocencia; la denuncia constituye un indicio en si misma, por tanto, los rótulos y las etiquetas, son sentenciados desde la simple acusación mediática.
En relación al terrorismo guerrillero, me centrare en lo que se denomina “guerrilla urbana” que igualmente pretendieron en sus inicios, por regla general, constituir modalidades radicalizadas de política de izquierda, de hay que hoy en día muchos sectores manejen una auto censura producto de un análisis histórico-genealógico del fenómeno. A parte que en el caso de las RAF, por ejemplo, vemos como Ulrike Meinhof se unió a este grupo como socialista, ella entre otros muchos personajes, que en un momento dado vieron en estas modalidades la soluciono y en el terror una herramienta, por tanto se debe seguir con respeto y cuidado el análisis de estas practicas y grupos denominados terroristas, y tener especial cuidado con la generalizaciones apresuradas (Wellmer, 1996: 294).
Ahora bien, considero impreciso, (para no inflamar pasiones ni herir susceptibilidades, me referiré al caso de las guerrillas urbanas de la RAF) entender estos grupos como forma radical de política de izquierda, ya que mas bien encajarían en lo que corresponde a un juego de reaccionarismo social de los que de un lado ellos son parte y del otro la derecha política es parte, cada uno legitima sus acciones, en contraste con las del contrario; constituyendo así un circulo vicioso vació de transformación seria y real.
Siguiendo con el análisis de Wellmer (1996: 295), en relación a las guerrillas urbanas de la RAF, el autor le critica y dicha observación es perfectamente extrapoladle a otros grupos armados insurgentes, que estas formas de combates; corresponden a la reproducción vacía de un modelo tercer mundista de liberación, el fenómeno Che Guevara, Mao y Fanon constituyo la peor ilusión que una vanguardia libertaria universal pueda creer. La reproducción ciega de modelos ajenos, a las circunstancias y contextos políticos, económicos y sociales distintos; en el caso de las RAF pudieron interpretar los problemas de emancipación del primer mundo como categorías de los movimientos de liberación del tercer mundo. Bajo la convicción que la sangre de unos cuantos, primero mostrará al sistema tal como es, por tanto las masas populares los reconocerán a ellos no como enemigos si no como liberadores, por tanto, apoyaran en contra del enemigo común, y por otra parte, la correcta idea de que solo pueden introducirse cambios sociales donde los individuos opte por una practica emancipadora, se transforma en la ilusión de “una docena de luchadores que comiencen de verdad y no se limiten a discutir sin fin… pueden introducir un cambio fundamental en la escena política, y por cierto que por medio de la lucha armada era posible obtener el asentamiento de las masas a la lucha armada y con ello ponerse en marcha la emancipación”[9].vemos como manejamos de una forma quizá bastante distante de una línea teórica seria, la lucha bélica en este caso, ven en las masas populares, un posible sujeto revolucionario, y por tanto bajo la fiel convicción, de creer que es posible al adhesión por parte de esta a la lucha en un momento determinado, vale los esfuerzos, la muerte y suplicio que significa constituir la resistencia armada. Ahora bien la situación más adelante varia un poco al metropolitano, a la persona de la ciudad itanovaria un poco al ciudadano, a la persona de lae los esfuerzos, la muerte y suplicio que significa constituir la res
La función de las guerrillas en las metrópolis aparece redefinida, como “elite leninista que tendría como función suministrar al pueblo, para el eventual enfrentamiento de clases, una vanguardia político-militar que entrara a garantizar las condiciones de capacidad revolucionaria y de acción”[10] . En concordancia al análisis de Wellmer, vemos como la población de las metrópolis surge como sujetos políticos a largo plazo y ya no se constituyen como los auténticos destinatarios de las iniciativas revolucionarias. En virtud de que ya no es cuestión de de poner en marcha directamente procesos emancipa torios en las metrópolis; si no solamente es cuestión de participar (en el corazón mismo el enemigo, en la metrópolis) en la guerra de liberación del tercer mundo contra el imperialismo: “la destrucción de las metrópolis se convierte en objetivo de la lucha armada, y las masas de estas metrópolis aparecen ya como objetos de esta lucha” (Wellmer, 1996). Por tanto lejos de en constituirse fuerzas universalista, cada vez se ven como redentores de un marco, mas reducido, de esa población explotada.

Tal como las RAF, lo dijeron en una entrevista a Der Spiegel, en la época de la tercera huelga de hambre de los presos de este grupo. Se nos muestra como a partir de frases como “Teoría y praxis se convierten en una unidad en la lucha”[11], las secuelas de un aislamiento de sus círculos, producto de la lucha ilegal, y por otra parte en las prisiones; con llevan a una inmunización contra toda corrección por la experiencia. En virtud que se reduce al mínimo el espacio para la reflexión deliberativa, y solo se discute nuevas formas de estrategia, y se aceptan como dogmas, los presupuestos que los han llevado a tal punto; por ende podríamos encontrarnos en el terreno del fanatismo, cerrado a toda posibilidad de discusión racional.

En la misma entrevista, surge también la frase que quizás sea la más decisiva para entender las raíces filosófico-políticas, y la vinculación de estos grupos a las teorías sociales. “lo que para Lenin era el partido Bolchevista de cuadros, es hoy, bajo las condiciones de la organización multinacional del capital, la organización de contrapoder proletario que surge de la guerrilla”[12] en esta frase queda marcado lo “fantástico de la esta auto comprensión leninista”, en palabras de Wellmer., agregando que lo que la concepción Leninista de partido se contradice con los planteamientos teóricos marxistas puede al menos entenderse o hacerse inteligible recurriendo a la situación de un país gobernado autocráticamente y retrasado, como era Rusia antes de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo vemos como lo problemática que era la concepción Leninista del partido fue algo que quedo claro con la evolución estalinista de la Unión Soviética.

Ahora bien, cuando se hablo de un punto de irracionalidad, y de fanatismo dogmático; me refiero a un producto de un proceso histórico, proceso que quizá no contenía estos vicios, en sus inicios pero producto del aislamiento anteriormente enunciado, se vieron sumergidos en estos.
Y esto se confirma en el hecho que el núcleo primitivo de muchos de los grupos alzados en armas, estaba conformado por un numero de mujeres y hombres, cuyo destino, un destino elegido por voluntad propia, y no hablo de su fin que como dice el autor no puedo hacer cabalas provocaron gran tristeza y consternación en muchos que nunca se vieron tentados a seguir y de hecho reprochaban sus acciones. Y esto naturalmente era producto de un contexto donde las discusiones y debates no temían hacerse, el nivel de reflexión y de análisis deliberativo, era admirable, producto quizá de su contactos íntimos en el caso de las RAF con los grupos provenientes del movimiento estudiantil de los 60, y por ello, aun cuando “hacia ya mucho tiempo que resultaba inaccesibles a la critica por parte de la izquierda, todavía tenían tanto la inteligencia como también la voluntad de explicarse públicamente y por que sus acciones, por lo menos en parte, todavía eran accesible a interpretaciones políticas” (Wellmer, 1996). Para la generación siguiente de terrorista es ya no puede valer, ni comparable, se vuelve notorio el alejamiento al nivel de reflexión política de la mayoría de los miembros de estos grupos, entrando en acciones que manejan un carácter mas que todo sub-político.

En virtud de este paulatino déficit de critica y reflexión, obedece la creciente desesibilizacion frente a las victimas de la violencia, igualmente una extensión casi arbitraria de las categoría de aquellos a los que se considera justificado convertir en posibles victimas del terror, una extrapolación de la praxis política a la simple acción estratégico - militar, una reducción de los objetivos políticos y perspectivas ideológicas a simples objetivos secundarios como la liberación de presos y la servidumbre al narcotráfico. Y como colmo de males, la desintegración de posibilidad de construcción de una nueva sociedad, con la autonomización y conversión de la lucha armada ilegal como una forma de vida, elevándose así a un fin en si mismo, y no como medio para un fin transformador serio y real, en virtud que esta forma de vida le ofrece al guerrillero de gestionar y fortalecer una identidad grupal que podría reducirse en ultimas a una relación de odio contra el sistema.

Es en relación de esa despolitización de las interpretaciones de la realidad que orientan a la acción, que existe un gran espacio, entre la teoría social y praxis guerrillera terrorista que hoy por hoy tenemos, en este orden de ideas podemos estar ante unos de esos mecanismos o sistemas que terminan confiriendo a un tipo de practicas inicialmente movidas por signos socialistas, los rasgos propios de una criminalidad de derechas (Wellmer, 1996: 299).

Por tanto, dentro del evolucionar de las llamadas fuerzas de liberación de izquierdas radicales donde pasaron, a partir de una serie de procesos internos y adaptaciones, tanto lingüísticas como culturales y demás, a dar ese paso de la lucha ilegal, en términos inicialmente revolucionarios a una escalada de terrorismo y reaccionarismo político. r ante unos de esos mecanismos o sistemas que terminan confiriendo a un tipo de practicas inicialmente movidas por istas,, los rasgos propios de una criminalidad losaste Evolucionar viene marcados según nos dice Wellmer, por específicamente dos mecanismos dependientes uno del otro, que son los verdaderamente responsables de este viraje o distorsión ideológica – practica.

El primer de estos mecanismo, es descrito por Michael Baumann y Horst Mahler, en su análisis concuerdan; naturalmente refiriéndose al caso alemán de las RAF; en que bajo las condiciones de ilegalidad, psicosis de conspiración y de una creciente presión del mundo externo volvieron a perderse las ganancias en experiencia y comunicación obtenidas a partir de la fase antiautoritaria del movimiento estudiantil de los años 60. El aislamiento produjo una desvinculación afectiva, con las experiencias, necesidades y realidades de aquellos que en cuya representación habían decidido actuar. A parte que la presión creciente, del mundo externo acaba operando también dentro de la estructura interna del grupo (Wellmer, 1996: 300) la perdida de experiencias y realidad hacia el exterior se traduce en la perdida de comunicación y de experiencias hacia el interior del grupo mismo. Afirmando Wellmer, que de hay es donde las “propias condiciones de vida de los grupos terroristas obligan a estos a asumir precisamente los rasgos mas inhumanos de los aparatos que combaten. Después de haber declarado única realidad del sistema ese desnudo terror que el sistema combatido por ellos difunde en sus imágenes (Vietnam), mediante su propia forma de lucha hacen en si verdadero aquello que habían afirmado del sistema, a saber, la reducción de todos los procesos de la vida social a pura difusión del terror.” (1996: 300)

El segundo de los mecanismos responsable de esta mutación, concierne, y seguimos el análisis de Wellmer, en las llamadas consecuencias políticas y sociales de terrorismo. “Como los terroristas se han desconectado concientemente de las necesidades, experiencias y procesos de aprendizaje de su entorno social, como su estrategia contiene ya una buena dosis de desprecio hacia las masas que supuestamente están liberandos que, nada tiene de extraño que sus acciones hayan chocado en una predominante mayoría de la población, con reacciones que van desde la incomprensión hasta el asco.”xperiencias y procesos de aprendisajede su entorno s qu
Ese sentimiento de repudio, en parte responsabilidad de estos grupos, por motivos ya citados brevemente, es lo que permite la coyuntura política, para que los grupos de ideología conservadora, es decir la derecha política, sistematicen una campaña difamadora, en contra toda la izquierda indiscriminadamente, estableciendo conjeturas la mayoría de veces arbitrarias, para mostrar o evidenciar las cercanías entre las teorías marxistas o criticas, con estos grupos terroristas; dejando en el proceso de difamación como victima a toda posibilidad de izquierda, entiéndase por tanto que los afectados son la izquierda democrática, grupos reformistas, y colectividades radicales; todos en el mismo saco y todos responsables de los mismo males. Este es el punto donde la supuesta sana armonía entre los partidos, y la solidaridad liberal queda de lado; de lo que se trata es de suprimir de la opinión publica toda posibilidad de análisis movido por supuestos críticos, permitiendo de esta forma el desarrollo libre de políticas de corte fascista, donde se hacen nulas toda posibilidad de resistencia, de critica o de reflexión alguna, sin antes no ser satanizada por los medios y por tanto recibida con recelo por las masas.
Por tanto vemos como el terrorismo, entra a jugar una marea, que corresponde en gran medida a los intereses de la derecha ya que justifica la represión y el llamado “terrorismo de estado” que siempre son entendidos como repuesta a las acciones bélicas de las guerrillas o grupos terroristas; mientras que entra a jugar en contra de los ideales mismo de la izquierda democrática y los grupos de corte socialista; que quizá bajo condiciones dadas puedan garantizar una mejor opción y demuestren una nueva “praxis social”.

Ahora bien parece, ser que hasta el momento se hubiese dejado de lado, el análisis moral al terrorismo; es diáfano que existen razones a priori contra el ejercicio de la violencia contra los otros hombres, por tanto también hacia la destrucción humana. Por tanto “la violencia física, cuanto mas dura e irrevocable sea, necesita por tanto de una legitimación que sea capaz de neutralizar en determinados casos tales contrargumentos. Que hay situaciones en las que puede justificarse el uso de la violencia, eso es algo, que ni los liberales discuten… pero quien se decide por la violencia, asume la carga probatoria.” En todo caso hay que ser delicado en este terreno ya que la moral, siempre constituye un elemento del discurso del sistema, por tanto maneja una carga ideológica tal que ha conllevado a una evolución semántica, evacuando de este concepto, en sentido estricto y coloquial, temas como la libertad, encaminándola solo a la connotación sexual, de la sociedad. Pero esto es algo que solo dejare señalado, ya que constituye un tema de mucho mas análisis, lo referente a la operabilidad del lenguaje, y como su construcción histórica nunca deja de ser ideológica, permitiendo que adorno eleve esta análisis a la afirmación “la relación entre significante y significado nunca es arbitraria” llevando la dominación del plano de los hablantes y sus condiciones y contextos sobre los que descansa la teoría de haberlas a la relación misma entre lenguaje y realidad.

El caso relacion misma entre lenguaje y realidad.
tes y sus condiciones y contextos sobre los que descansa la teoria de habermas ues que el lenguaje de la moral es también un lenguaje de dominación (Wellmer, 1996: 303) de hay que “el radicalismo político implica el radicalismo moral: la afloración de una moral que puede precondicionar al hombre para la libertad. Este radicalismo pone en acción la base elemental, orgánica, de la moralidad en el ser humano. Anterior a toda conducta ética de acuerdo con criterios sociales específicos, anterior a toda expresión ideológica, la moralidad es una "disposición" del organismo, enraizada quizás en el impulso exótico que contrarresta la agresividad, para crear y preservar "unidades cada vez mayores" de vida.
Tendríamos entonces, de este lado de todos los "valores", un fundamento instintivo para la solidaridad entre los seres humanos: una solidaridad que ha sido efectivamente reprimida de acuerdo con los requerimientos de la sociedad clasista, pero que ahora aparece como una de las condiciones previas de la liberación” (Marcuse, 1969: 17 y s.)

Por tanto la critica hecha desde la moral al terrorismo como tal, se transforma en hipocresía en la medida en que esta lleve de la mano “un subrepticio tolerar, admitir e incluso justificar abiertamente, formas de terror estatalmente organizadas o de desprecio tecnológicamente organizadas de la vida humana. Pues el desprecio de las normas morales por los terroristas solo es reflejo de las funciones ideológicas que dichas normas cumplen en la sociedad” (Wellmer, 1996: 303) el objetivo debe ser reencauzar las energías morales que hoy se descargan sobre el terrorismo, hacia el objetivo de una humanización de la sociedad, liberándola así de una vez y por todas del carácter represivo e ideológico, entonces el problema del terrorismo se solucionaría por si solo; aparte de alcanzar un fundamento biológico del socialismo en palabras de Marcuse, ya que para el la moral constituye la muestra fehaciente de que este fundamento se nos es dado, y por tanto hay que depurarlo, para ver la forma de comenzar la imperativa dinámica de liberación[13].

Con ánimos de conclusión, considero importante, no considerar al terrorismo fuera de los contextos sociales y políticos bajo los que se desenvuelve, pero también, debe enmarcársele en una serie de categorías inspiradas por las contradicciones y patologías fomentadas y criadas en el seno de las sociedades actuales, por tanto es importante ver al terrorismo: (a) como una clara expresión de problemas de legitimación y de patologías sistémicas de nuestra sociedad, (b) llegar a entender como se muestran o los efectos que producen en el los elementos irracionalistas, existencialistas y accionistas que tienen en común con otras formas de rebeldía. Y (c) debe entenderse como las patologías del sistema se reproducen incluso de modo y manera como las experiencias de ellas es elaborada por los terroristas (Wellmer, 1996).

uso de modo y manera os efectos que producen en el los elementos irracionalistas, existencialistaLas tres categorías presentadas, han sido tratadas propedéuticamente, en forma de tesis tacitas en el desarrollo de la ponencia, pero siempre es importante aclarar algunos puntos, especialmente de la primera categoría es decir, entender el terrorismo como una clara expresión de problemas de legitimación y de patologías sistémicas de nuestra sociedad.

Abordare el problema desde el terreno de la teoría critica, por tanto teniendo en cuenta la forma en que Karl Marx, Max Weber, Adorno, Horkheimer y el mismo Habermas, analizaron la evolución de las sociedades capitalistas como un proceso de “racionalizacion” técnica y burocrática disociado de la racionalidad practica, en el que a la creciente destrucción de la naturaleza externa corresponde un creciente control técnico y manipulativo de la naturaleza interna de los individuos, así como una creciente administración burocrática de las relaciones sociales (Wellmer, 1996). Y es a esta automatización de lo que Weber denomino razón instrumental es la que permite la petrificación de las relaciones de violencia entre los individuos, aun adoptando formas mas o menos visibles.

Se analizan las sociedades modernas solo desde de la perspectiva de una “violencia estructural” perpetuada en procesos de racionalizacion técnico –burocráticos, disfrazadas bajo las instituciones que el estado democrático de derecho ostenta, de una violencia estructural que inclusive penetra en las relaciones sociales de los individuos y en la constitución psíquica de los mismos, “entonces resulta evidente que el terrorismo individual solo puede aparecer en el mejor de los casos como una forma de impotente resistencia que permanece prisionera a la lógica del sistema y en cierto modo lleva hasta sus ultimas consecuencias” (Wellmer, 1996: 305)

Considerando las corrientes que según Wellmer, constituyen las líneas de evolución de la teoría critica, es decir los pensamientos de Habermas, Offe y Castoriadis, por ejemplo, en el caso de Habermas en su libro PROBLEMAS DE LEGITIMACION EN EL CAPITALISMO TARDIO (Habermas, 1999), nos muestra como las contradicciones y las crisis del capitalismo que podrían representar una amenaza contra el sistema, no hay que buscarlas primariamente en el terreno sistema económico, sino en el que concierne sobretodo a problemas de legitimación, de motivación y de administración. Por tanto y siguiendo con Habermas, los problemas y contradicciones relevantes en este caso podrían reposar en el sistema burgués de legitimación, es decir, (1) a la auto interpretación de las sociedades industriales de occidente en términos democráticos y de estado de derecho (2) la ética burguesa del trabajo y (3) a esa forma de vida de los individuos, centrada en términos privatistas en la familia nuclear y en la carrera profesional.

Para concluir considero importante resaltar, para quienes ven en las teorías sociales una posibilidad de pensamiento critico, reflexivo y sobre todo impregnado de un gran valor humanistartante resaltar, que quien acepta ese juego, de señalamientos y a sociedad su deber de liberacion en la familia nu, que quien acepta ese juego de difamaciones y señalamientos arbitrarios e incluso falaces, el que acepta ese juego propagandístico se ha dejado atrapar ya en buena parte en esa especie de mecanismo por el cual la violencia terrorista y la represión estatal parecen alimentarse mutuamente, el cual, tendencialmente solo deja dos opciones igualmente malas, a saber, la de una indignación carente de todo concepto o la de un barato distanciamiento, por un lado, y la de una irracional solidarizacion con los terroristas por el otro. Y lo que se queda perdido en el camino es el pensamiento critico; si a este se le hace responsable hoy de las simplificaciones, de las regresiones y de las fantasías de la conciencia terrorista ello es porque el Estado al que hoy se trata de defender contra el terrorismo, no es ya con demasiada frecuencia el estado liberal de derecho, si no un status quo cuyos defensores tienen manifiestamente razones para temer al pensamiento critico (Wellmer, 1996: 320).

Es imperioso abogar por nuevas formas de liberación y que estas, no necesariamente estén constituidas con grupos que bajo la bandera de la vanguardia redentora, pretenden justificar todo un abanico de actos atroces, que no sirven mas que para fortalecer la sociedad fascista, enferma y represiva que es en la que hoy por hoy nos desarrollamos, ya que esta encuentra en esos actos su propia justificación ye inclusive se muestra como su razón de ser. Tenemos nuevos medios como el Internet, nuevas formas como la pedagogía, no es menester por tanto, ver al grupo de individuos armados y de camuflado para pensar que las cosas pueden y van a cambiar. Ya que Marcuse siguiendo a Marx nos dicen que “los portadores sociales de la transformación solo se forman en el proceso mismo de transformación, y no puede contarse siempre con la situación afortunada y relativamente fácil de que estas fuerzas revolucionarias existan y estén listas, en cierto sentido ready made, al iniciarse el movimiento revolucionario. Pero existe, en mi opinión un criterio valido, a saber: cuando técnicamente están presentes las fuerzas materiales e intelectuales para llevar a cabo la transformación, pese a que su empleo racional resulte impedido por la organización existente de las fuerzas productivas. Y en este sentido creo yo que podemos hablar efectivamente, hoy, del fin de la utopía.” (Marcuse, 1986: 4)


BIBLIOGRAFIA

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MARCUSE, Herbert. 1986. EL FINAL DE LA UTOPIA. Editorial Planeta de Agostini S.A. Barcelona.

_____________ 1969. UN ENSAYO SOBRE LA LIBERACIÓN. Editorial Joaquín Mortiz S.A. México D.F.

WELLMER, Albrecht. 1996. FINALES DE PARTIDA: LA MODERNIDAD IRRECONCILIABLE. Ediciones Cátedra S.A. Madrid.

* Este artículo es publicado con autorización del autor.

Daniel Florez es estudiante de 7° semestre de Derecho, Universidad de Cartagena. Miembro-Coordinador del Grupo de Investigación Derecho Constitucional y Filosofía del Derecho a cargo del profesor David Mercado Pérez.
El presente trabajo fue realizado con base en la ponencia presentada en el marco del VI Congreso Nacional de Filosofía del Derecho y Filosofía Social. ASOFIDES. Popayán. Octubre. 2007

Notas
[1] Rote Armee Fraktion (FRACCION DEL EJÉRCITO ROJO)e Fraktion (Fhof’, fue Grupo anarquista que llevó a cabo acciones terroristas en la República Federal de Alemania desde finales de la década de 1960 También conocido como ‘grupo Baader-Meinhof’. Su ideología, de corte anarquista, anticapitalista y antiestadounidense, se basaba en la creencia de que el terror podía desestabilizar al Estado.
[2] Sobrepasa el espectro político en sentido estricto, en virtud que no responde a una ideología determinada, muestra de esto es el fascismo rojo desarrollado en la URSS estalinista.
[3] Ver al respecto: El Asenso y Ocaso del Individuo. En: (Horkheimer, 1973)
[4] Compuesta principalmente por Horkheimer, Adorno, Lowenthal, Marcuse, Fromm, Pollock y Neuman. Ver al respecto: Jay, Martín. La Imaginación Dialéctica. Taurus. 1989.
[5] Los estudios de Michel Foucault, sobre el tema también dieron bastante luz al respecto. LA VERDAD Y LA FORMA JURÍDICA (1996), LAS PALABRAS Y LAS COSAS (1968) VIGILAR Y CASTIGAR (1976), muestran como se constituyen y que formas adopta el poder dentro de la sociedad a través de las instituciones, las practicas y el lenguaje mismo.
[6] Ver al respecto: Herbert Marcuse. EL MARXISMO SOVIÉTICO.
[7] Código Penal Colombiano. Editorial Leyer. 2000
[8]Ver al respecto la propuesta jurídico penal contemporánea en: Jackobs y Meliá, Derecho Penal del Enemigo. Civitas Ediciones. Madrid. 2003.
[9] Rote Armee Fraktion, Das Konzept Stadguerrilla. En Text der RAF, Lund 1997. Pág. 251. Citado en (Wellmer, 1996)
[10] Rote Armee Fraktion, Das Konzept Stadguerrilla. En Text der RAF, Lund 1997. Pág. 253. Citado en (Wellmer, 1996)
[11] Rote Armee Fraktion, Das Konzept Stadguerrilla. En Text der RAF, Lund 1997. Pág. 247. Citado en (Wellmer, 1996)
[12] Rote Armee Fraktion, Das Konzept Stadguerrilla. En Text der RAF, Lund 1997. Pág. 253 y s. Citado en (Wellmer, 1996)
[13] Al respecto ver: ¿un fundamento biológico al socialismo? En: (Marcuse, 1969).